La tradicional porcelana de Berlín
La porcelana de Berlín, conocida como KPM (Königliche Porzellan-Manufaktur), es una de las fábricas de porcelana más importantes de Europa.
Fundada en 1763 por Federico II de Prusia, KPM se ha destacado por la producción de piezas de lujo, desde vajillas y figurillas hasta placas decorativas, marcadas por su atención al detalle y sus altos estándares de calidad.
Historia y evolución de la cerámica berlinesa
El inicio de la porcelana de Berlín no fue fácil. Antes de KPM, dos intentos de establecer una fábrica en la ciudad fracasaron. Sin embargo, en 1763, Federico II compró la empresa y la convirtió en una manufactura real, encargando más de 20 servicios de mesa para sus palacios.
Durante el siglo XVIII, la porcelana de la actual capital alemana se caracterizó por su estilo rococó, con decoraciones florales y relieves dorados que combinaban con los interiores palaciegos.
Estilos y avances
A finales del siglo XVIII, KPM adoptó el neoclasicismo, un estilo inspirado en la antigüedad clásica, con líneas más sobrias y formas simétricas. Durante el siglo XIX, bajo la influencia de artistas como Karl Friedrich Schinkel, KPM siguió innovando, destacando en la producción de vajillas y objetos decorativos.
Con la introducción del Art Nouveau a principios del siglo XX y más tarde el Bauhaus, la fábrica continuó modernizando sus diseños y técnicas.
Importancia actual de la cerámica de Berlín
A pesar de las guerras y cambios políticos, KPM ha mantenido su relevancia en el mundo de la porcelana y la cerámica en general. Actualmente, la fábrica sigue produciendo piezas en estilos clásicos y modernos, empleando a más de 170 artesanos en la elaboración de porcelana de lujo.
Sus piezas son codiciadas tanto por coleccionistas como por entusiastas del arte, lo que asegura la continuidad de su legado.